viernes, 26 de noviembre de 2010

Ludwig Andreas Feuerbach

La filosofía de Feuerbach es el puente que comunica al idealismo absoluto de Hegel con el materialismo histórico de Marx. Feuerbach nació en Baviera en 1804. Luego de estudiar durante un año (1823) la teología luterana en Heidelberg, se trasladó a Berlínpara estudiar Teología con Schleiermacher y Filosofía con Hegel. Un año más tarde optó por la Filosofía, disciplina en la que se doctoró en 1828 en la Universidad de Erlangen.

Ludwig Andreas Feuerbach

Ya había comenzado a trabajar como docente en Erlangen cuando el escándalo generado por una obra anónima suya (Pensamientos sobre la muerte y la inmortalidad) dio por tierra con su intención de lograr un nombramiento firme. Esta situación lo llevó a inclinarse por la escritura.

Entre sus obras se destacan: En torno a la crítica de la filosofía hegeliana (1839), La esencia del cristianismo (1841) y Principios fundamentales de la filosofía del futuro (1843).
Cerca de su muerte, se afilió al Partido Socialdemócrata alemán (1870). Esto favoreció que a su muerte, acaecida dos años después, la despedida de sus restos contara con una cantidad de asistentes ciertamente inusual.

Feuerbach pretendía corregir a Hegel transformando su idealismo en materialismo. No es el pensamiento el que genera el ser sino el ser el que genera el pensamiento. El espíritu, que con sus decisiones determina al cuerpo, es previamente determinado por éste.

La filosofía de Hegel es fundamentalmente teológica. Cuando afirma que la realidad proviene de la idea no hace sino decir con otras palabras que el mundo ha sido creado por Dios. Y justamente Feuerbach entiende que Dios no es sino una proyección que el hombre hace de sí mismo. De ahí que su materialismo se complete con su ateísmo.

Es el hombre quien, proyectando fuera de sí, en Dios, sus atributos más valiosos, ha generado a este ser que nos reduce a nuestra condición más miserable. La necesidad y el deseo de lo que no somos pero podemos ser nos ha llevado a generar esta idea. Comparados con ella sólo somos miseria y degradación. Pero si tomáramos conciencia de que no es el hombre el que ha sido hecho por Dios a su imagen, sino que es Dios quien ha sido hecho por el hombre a su imagen y semejanza, podríamos recuperar la conciencia de nuestra dignidad y de nuestras posibilidades.

Feuerbach consideraba que, cuando el hombre tomara conciencia de que aquello a lo que adoraba bajo el nombre de Dios no era sino su esencia, lo propio de la humanidad, podría construir una nueva religión, la Religión de la Humanidad. Esta religión se identificaría con la política: su providencia sería la previsión del hombre que se organiza para asistir a los hombres en dificultades; su culto, el ejercicio del amor al hombre por el hombre ("filantropía"): homo homini Deus.

Asignatura: CRF

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